Ingresos infinitos con cada proyecto que entregues.

Suena a título de video de "Así vas a conseguir tu primer Porsche" pero no es así.
O quizás sí.
Ponte en situación:
Acabas de terminar un proyecto para un cliente en el cual has invertido una cantidad de tiempo considerable para que quede increíble. Te pagan, lo transfieres y pasamos al siguiente.
Como mucho (y si te dejan) harás unas capturas para subirlo a tu portfolio, a Awwwards o a cualquier sitio para reforzar tu marca y conseguir nuevos clientes. O simplemente para posturear.
Pues justo en ese punto, o incluso antes de empezarla, acabas de perder una fuente de ingresos infinita.
Cada uno de tus clientes pueden financiar tu crecimiento.
El método es muy sencillo, de hecho llegados a este punto, seguramente ya sepas de que va:
Productivizar los proyectos de tus clientes.
Básicamente, coger el proyecto (o partes del proyecto) de tu cliente, hacerlo irreconocible y venderlo como producto digital.
1 — Mantente alerta
Esta "filosofía" empieza antes de iniciar el proyecto:
— Evalúa el proyecto, su alcance, y qué elementos van a destacar: quizás sea alguna funcionabilidad, el diseño, el proceso...
— Analiza al cliente, su flexibilidad, y ten mucho ojo del contrato que firmas.
Es importante tener claro qué productos podrías sacar del proyecto, de esa forma lo tendrás en mente a la hora de tomar ciertas decisiones y te ahorrarás tiempo en el siguiente paso.
2 — Define, transforma y crea
El éxito y los problemas que puedas tener, dependerán en gran parte de esta fase, por lo que es la más importante.
Toca materializar esos productos que has definido en la fase anterior. Aquí tienes algunos ejemplos:
— Guía de proceso
Documentas todo el proceso creativo y/o de desarrollo para ponerlo de ejemplo en una guía que puedes vender en pdf, o grabar en video y ofrecerla como formación online.
— Plantilla
Tienes que asegurarte que sea irreconocible, que no se vincule de ninguna forma con el proyecto original.
Lo que se suele hacer es un branding ficticio de un sector completamente distinto al de tu cliente, cambiar textos, colores e imágenes del proyecto.
— Componente
Si has creado algún elemento personalizado, como un slider, una pantalla de carga, una sección animada... que te ha llevado tiempo y ha quedado brutal, puedes separarlo del resto del proyecto, personalizarlo cambiando su contenido y diseño, y venderlo de forma independiente.
— Funciones especiales
En caso de que hayas creado alguna automatización especial, script o algo más técnico, puedes modificarlo para que no tenga vinculación con el proyecto original y venderlo junto a una documentación clara para que otros aprovechen tu solución.
Hay muchos más productos que puedes sacar de un producto, y lo mejor es que no tienes por qué elegir uno, sino que puedes sacar varios de un mismo proyecto. Pero no te olvides de lo importante, diferenciarlo completamente del proyecto original, y estar seguro de que no has firmado nada que te comprometa con el cliente.
3 — Sube, promociona y vende
Una vez ya tienes tus productos listos, súbelos a una o varias plataformas especializadas. Por ejemplo, si has desarrollador el proyecto en Webflow y has hecho una plantilla, lo ideal sería subirlo a Webflow Marketplace como primera opción. Hay plataformas como Gumroad que son más genéricas para vender recursos.
No descartes crear tu propia tienda online de recursos, donde puedas subir todo lo que vayas sacando sin tantas comisiones.
Para mejorar tus ventas, podrías promocionar tus productos en redes sociales mostrando su funcionamiento o estética.